a veces un día corriente, te llega un susurro, un mensaje que despierta todo el sentido de tu vida, y de pronto es cuando te das cuenta lo dormido y apagado que estaba, ¿cómo es posible que lo deje en "pause", y me pierda palpar su latido, ese que marca el ritmo del mío? ¿cómo es posible que tan fácilmente olvide el sentido, el centro, la Vida?
Y a pesar de todo el Señor sigue usando ese sentido, Él no se olvida, me selló con su Espíritu de la Promesa para ser portadora de Él, para cuidar del pueblo de su heredad, y que pueda seguir reparando tantos corazones rotos, heridos, golpeados, perdidos o desesperados... y aún olvidándome de ello Él actúa, repara y habla a quien quiere a través de mis mediocres palabras, acciones y gestos, y lo más soprendente aún habla palabras de Vida, de Verdad, de Sentido, de Presencia y encuentro, de "amistad" me han dicho hoy y se me ha clavado en el corazón...
Señor mío, ¿qué puedo hacer por Tí? enséñame hacerlo con MEMORIA Y CONSCIENCIA, enséñame a estar, a escuchar, hacer día a día la vida mÁs fácil y llevadera a los que tengo la suerte de acompañar, a los que tú me has regalado y has puesto en mis manos, enséñame hacerlo de modo que se encuentren contigo, que encuentren esa parte de ti que cabe en todos porque TÚ les habitas
¿Cómo es posible que en un corazón tan débil y pequeño, criatura inperfecta y pecadora quepa tanta gente, tanta Vida, tanto?
Me siento vulnerablemente agradecida y hoy te lo dedico a ti Mª José con un hondo guiño complice y lleno de Dios que te dice "Aquí estoy"
No hay comentarios:
Publicar un comentario